De origen africano, la Aloe Vera, o Aloe Barbadensis, como se conoce en su nombre científico, se ha convertido en un ingrediente básico para la cosmética, sobre
todo para rejuvenecer la piel y frenar el avance de las arrugas. Tiene una elevada suma de principios activos, como azúcares, sales minerales o vitaminas
hidrosolubles.

Los componentes de la Aloe Vera ayudan a rejuvenecer la piel y a eliminar las arrugas.

Unos componentes que permiten a la planta tener propiedades hidratantes, humectantes, astringentes,
calmantes y refrescantes.
Precisamente esa acción hidratante confiere la vitalidad necesaria a las pieles resecas, y además tensa el cutis y
contribuye a reducir los focos de grasa.
La Aloe Vera, además absorbe rayos solares dañinos, y por ello también se usa en la confección de productos
after sun. También aparece en geles de baño, y en cosmética masculina en productos para después del afeitado.

Los egipcios utilizaron la planta para usos cosméticos hace miles de años, por otra parte, ya era utilizada por diferentes culturas para proteger la piel y mantenerla sana.