Según la leyenda, la Virgen María tiñó de blanco las hojas
de esta planta con la leche de su pecho cuando intentaba esconder a Jesús de Herodes, que le perseguía.
De ahí su nombre, Cardo Mariano, que florece desde finales de la primavera hasta finales del verano.
La planta contiene una sustancia eficaz que se usa mucho en cosmética, la silimarina, con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Sirve, por tanto, para elaborar tratamientos antienvejecimiento, antiradicales libres y anticelulíticos.
La silimarina es la sustancia más importante
del Cardo Mariano.
El Cardo Mariano se incluye sobre todo en preparados contra la caída del cabello.
Es también muy buena en los productos solares, ya que neutraliza el efecto dañino de ciertas radiaciones sobre la piel.
Por cierto que las hojas de la planta, sin sus espinas, se consumen en ensaladas, y las semillas, parecidas a las del girasol, se utilizan también como condimento en este tipo de comidas tras pasarlas por un molinillo de café.
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